lunes, 12 de marzo de 2018

“El retorno”, del libro Putas Asesinas de Roberto Bolaño.

Reseña del cuento “El retorno”
del libro Putas Asesinas
de Roberto Bolaño. 
Autor de la reseña: Magali Uribe


     Este cuento que se encuentra en el libro “Putas Asesinas” publicado en el año 2001 por el escritor Roberto Bolaño (ganador del Premio Herralde y el Rómulo Gallegos) nos narra una historia sórdida y lúgubre con un muy buen toque de humor sobre fantasmas. El personaje principal, que es el narrador, es un fantasma que nos cuenta lo que le sucede después de morir.
“Tengo una buena y una mala noticia. La buena es que existe vida (o algo parecido) después de la vida. La mala es que Jean-Claude Villeneuve es necrófilo.” Así es como comienza este cuento del desaparecido escritor, definitivamente un cuento que te atrapa desde las primeras líneas. 

     Este cuento está ubicado en la ciudad de París, donde el narrador y personaje principal cae muerto repentinamente en una discoteca y, mareado por la situación en que se encuentra (una escena similar a la de la película Ghost en la cual el personaje muere, pero su fantasma queda en el plano de los vivos), su fantasma logra observar lo que pasa  a su alrededor y cómo lo experimenta desde su perspectiva. 
     El fantasma se va junto a su cuerpo a la morgue, y allí le es realizada su autopsia. Mientras él reflexiona sobre lo que pasará con su “vida” o “no vida”, se da cuenta de que su cuerpo es sacado a escondidas de la morgue y llevado a una mansión donde reconoce al famoso modisto de la época Jean-Claude Villeneuve, 
     Ya dentro de la mansión del modisto, este desnuda el cuerpo y lo empieza a acariciar y a besar. El fantasma se sorprende y se indigna pues piensa que será sodomizado por Jean-Claude, pero para su sorpresa eso no pasa; sin embargo, por la serie de sentimientos encontrados que el fantasma sufre, este le reclama, por lo que el modisto cree que lo están grabando y que hay micrófonos escondidos. 
     Después de decirle que es el fantasma del cuerpo que ha rentado y lograr convencerlo de que es verdad y no se trata de una broma, Villeneuve se disculpa y le explica la razón de llevar a cabo este tipo de actos.
     Luego de una larga plática entre los dos personajes donde el modisto relata toda su vida y le cuenta sobre sus problemas de infancia, amorosos y sexuales, los camilleros regresan por el cuerpo para regresarlo a la morgue; ahí es donde nuestro fantasma decide no abandonar a Jean-Claude y entablar una especie de amistad con él.

     Bolaño nos muestra dos personajes muy peculiares, el primero que es el fantasma de un hombre que se describe como una persona que no fue inteligente ni brillante y que para nada es un patán, en realidad es una persona muy inocente y ensimismada por lo que difícilmente logra percatarse de las intenciones de las personas a su alrededor. Es muy interesante cómo es que no logra darse cuenta de las intenciones del famoso modisto desde que lo empieza a desnudar y sólo hasta después de ser “abusado” logra su enojo verse reflejado cuando le reclama, pero aun así su enojo llega a ser opacado por el hecho de que es real, que los fantasmas existen y que él es uno de ellos.
     Por otro lado Jean-Claude es una persona famosa, pero muy tímida y reservada, discreto pero elegante. Un necrófilo que renta cuerpos a unos camilleros de la morgue para según él evitar lastimar a alguien, lo que en realidad esconde el deseo de que no lo lastimen a él. El desarrollo de este personaje, -cómo va desde la timidez hasta el poder confiarle su vida y sus miedos a un fantasma desconocido- es realmente humorístico. Nos muestra una persona con necesidad de ser escuchada, amada y respetada más allá de su fama y prestigio. 

   
 Este cuento no es la historia trillada de fantasmas y amor eterno. De hecho, la mujer de sus sueños, con la que se encuentra al momento de morir, termina abandonando el cuerpo inerte en la discoteca; y es muy curiosa la relación que se desarrolla entre los dos personajes principales, pues nadie se imaginaría terminar siendo confidente del raptor y abusador de tu cuerpo. Pero en vez de ser una historia con un sabor amargo por el tema, llega a ser bastante chusca, pues en algún momento puedes hasta lograr sentir una cierta empatía con Jean-Claude. 

     La escritura de este autor deja adherirnos bien a la lectura, ya que no es para nada complicada ni redundante la forma en que nos contextualiza las situaciones usando ejemplos muy comunes, como cuando explica que su retorno fue parecido a la película de Ghost: hace que el lector se adentre muy bien en la lectura y aunque es bastante predecible lo que pasará con el personaje desde un principio, no llega a ser decepcionante pues los detalles le dan estructura y contexto a la situación, haciéndola muy disfrutable.


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